La contabilidad con el transcurrir de los años se a dejado catalogar como una disciplina ligada a el sólo registro de las operaciones contables, de solo el manejo de cuentas de activos, pasivos y demás datos y ha empezado a verse la importancia de la comunicación del contador para los empresarios o personas que se les es útil la información financiera, teniendo en cuneta que de ésta manera es mas sencillo para el empresario el entendimiento de los estados financieros y ligado a ésto la toma de decisiones.
Es indispensable resaltar la importancia de la comunicación del contador, puesto que no sólo estamos suministrando estados financieros, sino también que se esta brindando una información.
La regulación contable que como "álgebra para el derecho" (Garnier,1974) se hizo un hueco en los códigos comerciales promulgados el siglo pasado, se preocupó sobre todo del tipo de registros a utilizar, de las informalidades inherentes a los mismos y, por supuesto, de su contenido.
La regulación contable no podía quedar circunscrita a unas desvaías normas sobre la llevanza de registros y la captación y el reflejo de operaciones, necesitaba ir mucho más allá, introduciendo más o, menos explícitamente objetivos a los que la información debía responder (fondo sobre forma, imagen fiel, etc.), hipótesis contables específicas (normas de valoración), contenido de la información contable (estados y notas complementarias), etc.
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